
- 350 g de azúcar
- 3 huevos
- 150 ml de aceite de girasol
- 500 g piña en conserva natural
- 70 ml de jugo de piña
- 1 yogur natural
- 350 g de harina
- 20 g de levadura en polvo
- 1 cucharadita de esencia de vainilla
Para el glaseado:
- 100 g de azúcar glas
- 40 ml de jugo de piña
- 20 de queso crema
Es un bizcocho suave, ligero y muy esponjoso.
La piña debe ser en conserva natural en su jugo, no en almíbar.
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos un molde con mantequilla.
Escurrimos la piña, reservamos el jugo y trituramos las rodajas con la batidora.
En el bol de la batidora ponemos el azúcar y batimos con unas varillas, añadiendo los huevos de uno en uno, hasta que estén esponjosos, unos 5 minutos.
Añadimos el aceite poco a poco y batimos a baja velocidad, hasta que esté completamente integrada.
Agregamos ahora la vainilla, la piña triturada y el yogurt. Batimos lo justo hasta que se hayan mezclado .
Tamizamos la harina con la levadura y añadimos, batiendo a velocidad lenta lo justo para integrarla.
Por último, añadimos el jugo de piña y mezclamos un poquito , a velocidad lenta.
Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 55 minutos aproximadamente. Una vez horneado dejamos reposar unos 10 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Para hacerlo en la Thermomix:
Precalentamos el horno a 180º y engrasamos el molde.
En el vaso ponemos el azúcar, los huevos, la piña, el jugo y la vainilla. Programamos un minuto, temperatura 50º, velocidad 4.
Añadimos el yogur y el aceite y mezclamos 10 segundos, velocidad 4.
Por último, añadimos la harina y la levadura y programamos 6 segundos, velocidad 4.
Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 55 minutos aproximadamente o hasta que esté completamente hecho. Una vez horneado dejamos reposar unos 10 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar por completo sobre una rejilla.
Para hacer el glaseado ponemos en un bol el azúcar y el queso y vamos añadiendo el jugo de piña poco a poco a la vez que removemos bien con una varilla de mano hasta que no queden grumos y consigamos la consistencia que más nos guste.
Una vez listo el glaseado vertemos poco a poco sobre el bundt .