
- 30 ml de nata para montar
- 1 yema
- 150 g de harina
- 55 g de azúcar
- una pizca de sal
- 112 g de mantequilla sin sal
Para el relleno:
- cabello de ángel, mermelada, o compota de manzana
Preparamos la masa:
En un bol, batimos la nata con las yemas y reservamos. En un bol más grande mezclamos la harina, el azúcar, la sal y la mantequilla en dados. Con los dedos, incorporamos la mantequilla hasta que quede una masa como de migas , añadimos la mezcla de nata y yemas y lo mezclamos sólo hasta que los ingredientes estén integrados, no sobre trabajar la masa. Dividimos por la mitad, formando dos discos así los trabajaremos mejor. Los envolvemos en papel film y los refrigeramos.
Con un rodillo, amasamos uno de los discos de la pasta dulce sobre una superficie enharinada, hasta que tenga un grosor de medio centímetro aproximadamente. Cortamos la masa con un cortador de pastas, tenemos que hacerlas dobles, una para la base y otra para la tapa. Vamos cortando las pastas, y colocamos las bases sobre una bandeja forrada con papel de horno, en el centro colocamos una cucharada de la fruta elegida, mermelada, cabello de ángel o compota, tapamos con la otra pasta que será la tapa y presionamos los bordes con un tenedor.
Cuando tengamos todas las pastas rellenas y selladas por los bordes, las introducimos media hora en la nevera, hasta que estén firmes y al hornearse no se deformen.
Introducimos en el horno precalentado a 180º y horneamos 20 minutos. Sacamos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla.