
- ½ cebolla
- ½ pimiento rojo
- Un chorrito de vino blanco
- 250 g de mejillones cocidos
- ½ diente de ajo
- 2 cucharadas de tomate frito
- 1/2 cayena molida (opcional)
- Pan rallado
- 1 huevo
- Aceite de Oliva virgen
- Sal y pimienta (al gusto)
- 250 g de bechamel (250 ml de leche, 1 cucharada colmada de harina, 1 de mantequilla o aceite de oliva, un poco de sal, y una pizca de pimienta negra y nuez moscada si os gusta).
Para que esta receta sea un éxito es importante hacer una buena bechamel y que los mejillones sean de calidad.
Lavamos muy bien los mejillones en agua fría y quitamos todas las impurezas. Ponemos a calentar un vaso de agua en cazuela, cuando el agua empiece a hervir añadimos una hoja de laurel y a continuación los mejillones. Lo dejamos cociendo 3 minutos y en cuanto estén todos abiertos los retiramos .Dejamos enfriar y reservamos en un plato. El agua de la cocción la colamos y reservamos.
Sacamos los mejillones ayudados por un cuchillo, reservamos toda la carne del mejillón en un plato.
Picamos los mejillones en trozos pequeñitos .Picamos la cebolla, los dientes de ajo y el pimiento en trozos muy pequeños. Añadimos aceite a la sartén y sofreímos primero los dientes de ajo durante medio minuto, luego la cebolla y por último el pimiento, todo a fuego lento durante unos 10 minutos hasta que quede ponchadito, no debe quedar crujiente.
Salpimentamos y añadimos los mejillones. Añadimos el vino blanco, unas cucharadas del agua de los mejillones, el tomate frito y la cayena picada. Dejamos que reduzca aproximadamente durante unos 10 minutos a fuego medio.
Removemos unos minutos y apartamos del fuego.
A continuación preparamos la bechamel. Ponemos a calentar la leche 2 m en el microondas (acelerar la preparación de la salsa).En un cazo ponemos la mantequilla y la calentamos a fuego bajo hasta que se derrita, luego añadimos la harina y dejamos que se mezcle y tome un tono dorado, es muy importante porque si la harina queda cruda la bechamel sabrá mucho a harina.
Removemos muy bien hasta quede como una bola. Echamos la leche caliente en el cazo con la harina y la mantequilla. Añadimos sal, pimienta al gusto y un poco de nuez moscada molida.
Removemos de manera continua con unas varillas (5-6 minutos).Tiene que quedar una mezcla homogénea y sin grumos. Si os quedan grumos, podéis arreglarla con un toque de batidora.
Mezclamos el relleno de los mejillones con la bechamel Juntamos todo bien. Rellenamos con una cuchara las conchas del mejillón y rebozamos en huevo batido. Pasamos por un poco de pan rallado por los dos lados y lo dejamos en un plato.
Dejamos una hora en la nevera y freímos en abundante y caliente aceite de oliva.